Biofábricas: un hijo de la Misión de Sabios
- Ambiente
- Fecha: 19 noviembre, 2024
- 13 minutos de lectura
Por: Juanita Hincapié Mejía
Los desafíos de nuestros tiempos implican cambios profundos en nuestra relación con la vida: sostenerla en lugar de destruirla, estar en armonía con sus ciclos y, en el caso de países como Colombia, desplegar el potencial de su biodiversidad sin menoscabarla, eso implica estudiarla y saberla utilizar.
Son cambios estructurales que nos exigen repensarnos desde nuestros modelos de desarrollo. En este escenario de transición cobra relevancia la bioeconomía y el cambio de paradigma económico que implica.
Ya la Misión Internacional de Sabios lo decía. En el camino hacia una sociedad impulsada por el conocimiento es importante avanzar teniendo en mente la visión de un país innovador y competitivo, reconocido por el aprovechamiento inteligente, circular y sostenible de la megabiodiversidad, sus servicios ecosistémicos y la biomasa.
Esta proyección fue acogida por la Misión de Sabios por Caldas, que nació por una razón fundamental para el departamento: tuvimos una sabia dentro de la Misión Internacional, Sara Victoria Alvarado Salgado. De esta manera, se puso en marcha un nuevo diálogo entre la CTeI y la región caldense, y surgió una misión llamada “Colombia diversa, bioeconomía y economía creativa”, coordinada por la Universidad de Manizales (son cinco misiones emblemáticas, lideradas por las universidades del Sistema Universitario de Manizales, SUMA).
Con ese norte trazado nació el programa Biofábricas: una oportunidad de desarrollo bioeconómico para el departamento a través de la biotecnología. Una iniciativa respaldada por Minciencias y la Gobernación de Caldas, operada por la Universidad de Manizales, que cuenta con la participación de la Universidad Católica de Manizales, la Universidad Católica Luis Amigó de Manizales, la Universidad de Caldas, la Universidad Autónoma de Manizales, la Fundación Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano (CINDE), el Centro de Bioinformática y Biología Computacional de Colombia (BIOS), empresas del sector biotecnológico, la Asociación de Productores Agrícolas de Belalcázar, San José y Viterbo (ASOPROBEL), entre otros actores.
¿De qué trata biofábricas?
Para dar a conocer el programa resulta útil describir los proyectos que lo componen:
- Gobernanza de un modelo bioeconómico para Caldas: incluyó la identificación de capacidades y actores clave, el desarrollo de un modelo de gobernanza de datos e información y la implementación de estrategias educativas y de comunicación.
- Plataforma 3BIO para la analítica de datos: en este proyecto se desarrolló la plataforma 3BIO. El proceso consistió en dos etapas: primera, la creación de la plataforma con módulos de vigilancia tecnológica y análisis bioinformático; segunda, la implementación y uso de la plataforma con herramientas de visualización y análisis. Incluye datos de biodiversidad y un portal web para análisis genómicos y transcriptómicos.
- Desarrollo de bioproductos: se crearon productos biotecnológicos como biopolímeros, biofertilizantes, biocosméticos y biopreparados utilizando biomasa residual y microorganismos locales. También se implementaron estrategias de transferencia de tecnología y promoción de prácticas sostenibles entre agricultores.
Recoger la experiencia
Ad portas de la finalización de Biofábricas, Héctor Mauricio Serna, director de Investigaciones y Posgrados de la Universidad de Manizales, habló con Eureka sobre el camino recorrido. A continuación, recopilamos reflexiones que le suscitó este programa pionero en Colombia.
Impactos significativos
Detrás de los resultados concretos y desde un punto de vista integral del programa, se destacan:
- Articulación: ocho entidades centrales, dos centros de investigación, el gobierno departamental, cinco universidades y, dentro de ese corazón que pone en marcha el programa, diversos relacionamientos con laboratorios, incubadoras, empresas, asociaciones e instituciones educativas, posibilitaron una ejecución a gran escala. La gestión de ese andamiaje y de los lazos de confianza creados consolida buenas prácticas en pro de esa madurez que siempre se ha pensado para Caldas.
- Capital humano: del equipo de trabajo hicieron parte más de sesenta investigadores de diferentes ramas del saber: entre vinculados a universidades, estudiantes de maestría, estudiantes de doctorado, doctores o doctoras recién egresadas y jóvenes investigadores. Este encuentro interdisciplinar y formativo también es un logro valioso en términos de desarrollo del territorio.
- Comunidades como eje central: bienestar social y desarrollo humano es lo que demanda la sociedad de la ciencia. Esta premisa se ve reflejada en la implementación de una estrategia piloto de gobernanza del modelo bioeconómico en tres instituciones educativas de Caldas.
También, en el desarrollo de productos de base biotecnológica con una asociación cacaotera como centro: Asoprobel. Se impulsó el fortalecimiento de su estructura productiva, a través de equipamiento tecnológico, y se llevó a cabo un proceso de análisis e investigación para crear conversión de sus residuos y así generar un biofertilizante.
- Gestión de biodatos: se desarrolló la plataforma 3BIO para la integración y análisis de datos en biodiversidad, bioprospección y biotecnología, un apoyo a la investigación y a la toma de decisiones en bioeconomía.
Lecciones aprendidas
Generar confianza: a la hora de trabajar de manera conjunta con las comunidades es importante conocer primero qué es lo que esperan, además de ser claros sobre los alcances de los proyectos. Así se establece una sinergia donde prima la confianza entre todos los actores.
Aspectos que no pueden faltar en un programa así
Biofábricas es novedoso y la intención es que inspire programas similares que recojan esta experiencia desde la especificidad de sus territorios. En cualquier caso, habría que tener en cuenta aspectos fundamentales: la investigación interdisciplinaria y la articulación interinstitucional. La primera, ya que programas que atiendan desafíos tan amplios como la bioeconomía deben pensarse en una integralidad del conocimiento, un encuentro donde dialoguen las ciencias sociales, las ciencias naturales y las ciencias de la computación, por mencionar algunas. Y la segunda, porque un programa a gran escala debe tener como base lazos muy fuertes de articulación interorganizacional, en lugar de ejecutarse desde una sola institución, una sola visión y un solo interés.
Pasos a seguir
Se pueden abordar desde los tres ejes clave del programa.
- Fortalecer y ramificar la estrategia de gobernanza para el modelo bioeconómico, llevarla a cada actor que haga parte del territorio caldense.
- Promover el acceso y el uso efectivo de la plataforma 3BIO, de manera que se mejore el desarrollo de bioproductos y crezca la investigación científica en Colombia.
- Seguir posibilitando el desarrollo de bioproductos y expandir ese proyecto a otros sectores agrícolas que se puedan movilizar a nivel territorial.
Biofábricas en datos
Son muchos los impactos generados por el programa, entre ellos:
Proyecto Gobernanza
- 1 diagnóstico departamental, nutrido de la Misión de Sabios por Caldas, y tres diagnósticos municipales para el asentamiento de la estrategia.
- 45 docentes, 25 estudiantes y 3 instituciones educativas en la estrategia piloto.
- Formación de docentes (32 talleres realizados) y acompañamiento a los mismos en la implementación de estrategias pedagógicas.
- 3 experiencias sistematizadas en un libro.
- Impacto de la dinámica investigativa y apropiación social y empresarial a través de eventos, ponencias, paneles, congresos internacionales, coloquios y espacios de socialización de resultados.
Proyecto Plataforma 3BIO
- 2 diplomados terminados: Diplomado en Biotecnología de la Universidad de Caldas y Diplomado en Apropiación Social del Conocimiento con enfoque ambiental de la Universidad de Antioquia.
218 investigadores de 32 instituciones del país formados en áreas de biotecnología, bioprospección y diversidad.
1 publicación académica en cienciometría.
Proyecto Bioproductos
5 bioproductos desarrollados:
- Bioabono líquido: biofertilizante a base de Gluconacetobacter diazotrophicus cuyo propósito es ofrecer una alternativa sostenible a los agroinsumos químicos que satisfaga las necesidades de los agricultores.
- Biofiltro: biopolímero celulósico a partir de pergamino de café, reforzado con nanopartículas de sílice obtenidas de la cascarilla de arroz, para la degradación de contaminantes emergentes en cuerpos de agua.
- Productos cosméticos: desodorante aclarador y crema hidratante corporal, ambos formulados a base de aceite de Sacha Inchi, que generan valor en la cadena productiva y contribuyen a la economía local.
- Bioabono sólido: prototipo de producto de abono orgánico a partir de cáscaras de cacao. Una solución sostenible que fomenta la economía circular y beneficia la salud del suelo y los cultivos.
- Estaciones agroclimáticas: Herramienta que brinda datos precisos en tiempo real, ayudando a los agricultores a optimizar recursos y reducir riesgos climáticos mediante decisiones informadas.