Empresas spin off: una estrategia por fortalecer

 Empresas spin off: una estrategia por fortalecer

Juana Valentina Bustos Villalba

¿Qué factores institucionales inciden en la creación de filiales o empresas derivadas universitarias Esa fue la pregunta guía que resolvieron tres investigadores. Querían conocer los muros que faltan por derribar en el camino hacia el aprovechamiento económico y social de la investigación, la ciencia y la tecnología producida en la academia.

La investigación, que duró cinco meses, nació de la tesis de grado presentada por la estudiante de maestría en Administración de la Universidad de Antioquia, Yudy Andrea Jiménez Zapata. Ella y su tutor, el docente e investigador emérito del Ministerio de Ciencia, Gregorio Calderón Hernández, coincidieron en que faltaba un tema interesante para investigar: las barreras para la creación de empresas derivadas de las universidades. Posteriormente se les unió Héctor Mauricio Serna Gómez, director de Investigaciones y Posgrados de la Universidad de Manizales.

“Empezamos a reconocer que aunque el spin-off es una línea emergente en lo normativo, ya existía una política pública en función de movilizar y proyectar las iniciativas de investigación y creación de empresas, y dijimos: ´hay que indagar al interior de las universidades cuáles son esos inhibidores o movilizadores que pueden proyectar el emprendimiento universitario´”, afirma Serna Gómez.




Una ruta llena de baches

Desde el 2017, la Ley 1838 conocida como Ley Spin-Off establece normas que habilitan a las universidades, tanto públicas como privadas, para crear empresas de base tecnológica con la participación activa de los investigadores que lideraron el proceso y que, por tanto, pueden recibir incentivos por la explotación financiera de sus creaciones intelectuales.

Esta normatividad es importante porque permite orientar a las instituciones de educación superior para trabajar con este mecanismo de transferencia de conocimiento pero, los titulares de esta investigación no lo consideran suficiente.

“Aprobar la ley finalmente no implica que se desarrollen los emprendimientos, porque se requiere formular políticas internas en cada universidad. Saber qué hacer es una incógnita porque no hay un procedimiento claro, mucho más para las instituciones públicas”, señala Calderón Hernández.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Política Económica y Social -CONPES 2016- solo el 28% de las universidades del país cuentan con normativas institucionales para la creación de empresas derivadas, el 51% para la propiedad intelectual y el 21% para la concesión de licencias de resultados de investigación. Además, solo el 48% de las universidades tiene oficinas de transferencia de tecnología, el 27% trabaja con apoyo de incubadoras y solo el 5% cuenta con parques científicos que abanderen y acompañen ese paso de investigación a unidad de negocio.




Escuchar para entender

La investigación fue de tipo cualitativo y basada en la técnica bola de nieve con muestreo intencional. Eso quiere decir que los investigadores identificaron expertos potenciales como creadores de empresas derivadas, vicerrectores de universidades, abogados especialistas en propiedad intelectual, entre otros, quienes ayudaron a contactar a nuevos sujetos inmersos en el campo hasta formar una especie de “bola de nieve” creciente.

Fueron 15 entrevistas basadas en cuatro temas centrales: el propósito de las universidades, la comprensión del concepto spin-off, políticas y reglas para la creación de empresas derivadas y características culturales como miedo al riesgo, confianza o la predisposición a la innovación.

Uno de los hallazgos es la necesidad urgente de que las universidades no solo piensen su función como generadoras de conocimiento y formación de profesionales sino también como agentes de la transferencia y apropiación de la ciencia, tecnología e investigación como respuesta a las necesidades de la comunidad.

“Para muchos compañeros ciertas actividades de transferencia de conocimiento son ignoradas porque se perciben contrarias al espíritu universal de la universidad… por lo que se convierte en un espacio remoto donde los investigadores utilizan ciertos códigos inaccesibles para la sociedad y producen inaccesibles resultados”, narra uno de los entrevistados en el artículo publicado como resultado de la investigación.

Otro de los hallazgos claves es la equivocada percepción que el entorno académico tiene sobre las empresas derivadas. “La creación de spin-off es mal vista y los que quieren participar son juzgadosSe piensa que las universidades públicas no deben buscar beneficios económicos como resultado del conocimiento que generan”, añade otro entrevistado.

¿Y las soluciones?

Los investigadores identificaron tres grandes barreras que proponen revisar para que los estamentos que acompañan la transferencia de conocimiento mejoren sus procesos y logren consolidar y comercializar las ideas, explicadas a continuación

Para Vanessa Calle Betancur, coordinadora de CREAME, incubadora de empresas apoyada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, hay otros puntos que añadir en esa lista de barreras por resolver como lo es la desconexión de las universidades con el mundo empresarial.

“Son muy buenos en la parte técnica pero a la hora de abordarlos desde lo comercial empiezan a aburrirse porque no conocen herramientas como modelos de negocio, métodos de monetización, entre otros. A veces incluso, cuando les mencionan “empresa” piensan que van a perder los derechos de propiedad intelectual sobre su investigación”, comenta.

Añade que también hay un tema a considerar y es que algunos investigadores no quieren crear empresas porque les interesa un tema mucho más centrado en la academia. “Es totalmente válido pero se genera una ruptura con la divulgación del conocimiento porque los empresarios no van a buscar resultados a través de un paper. Un empresario nunca se va conectar con un artículo en una revista científica”.

Los investigadores esperan que con estos análisis las universidades puedan mejorar sus falencias e incentivar un sector desconocido en Colombia y Latinoamérica en general, las empresas que nacen de la academia

Según la Ley 1838 una spin-off es aquella empresa basada en conocimientos, sobre todo aquellos protegidos por derechos propiedad Intelectual, gestados en el ámbito de las Instituciones de Educación Superior -IES-, resultado de actividades de investigación y desarrollo.

Título de investigación:

Barreras para la creación de spin-off universitarias en un contexto emergente: un enfoque de teoría institucional de las organizaciones.

Investigador principal: Gregorio Calderón Hernández, Yudy Andrea Jiménez Zapata y Héctor Mauricio Serna Gómez.

Facultad: Facultad de Ciencias Contables, Económicas y Administrativas, Universidad de Manizales.
Escuela de Idiomas, Universidad de Antioquia.

Financiación: sin financiación

Periodo de la investigación: Noviembre de 2016 a marzo de 2017

Artículo publicado en la revista Minerva Vol. 58, número 4, diciembre de 2020 con el nombre: Barriers to University Spin-Off Creation in a Emerging Context: An Institutional Theory of Organizations Approach.

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