Narrar para la recuperación emocional

Santiago Arbelaez Escobar

Imagine durante un momento que usted siente un dolor profundo por una situación que le ocurrió en el pasado, pero no ha podido contársela a alguien, o si lo ha hecho, ha sido a personas que solo le escucharon, se fueron y nunca volvieron. ¿Qué duro, cierto? Nelvia Victoria Lugo Agudelo, psicóloga y doctora en Ciencias Sociales de la Universidad de Tilburg en Holanda y docente de la Universidad de Caldas, observó que en esa falta de escucha había una oportunidad para ayudar a las víctimas del conflicto armado en Colombia.

La investigación inicialmente titulada Formulación de un modelo de acción psicosocial comunitaria desde la perspectiva de las memorias de las víctimas en Colombia, tenía como propósito entender y recuperar los procesos que las propias víctimas del conflicto armado han realizado para lograr una recuperación emocional de acuerdo a lo que desafortunadamente vivieron. Además, se buscaba precisar el concepto de lo psicosocial a partir de lo que ya está escrito y lo que entienden los actores sociales por este término.

Victoria fue coinvestigadora en este proyecto junto con Vanessa Sánchez, psicóloga y doctora en Desplazamiento Forzado de la Universidad Libre de Bruselas; la investigadora principal fue Nathalia Aguirre, psicóloga y especialista en temas de Psicoanálisis y de Conflicto Armado, docente de la Universidad de Manizales.

Con financiación del Ministerio de Ciencia, también participaron la Universidad Luis Amigó, la U. de Caldas y el Centro de Memoria Histórica. Ellas, exalumnas de Victoria, decidieron juntarse nuevamente, después de haber trabajado en otros proyectos, para llevar a cabo esta investigación que buscaba construir una propuesta de acción psicosocial comunitaria con 21 organizaciones de víctimas en Colombia.

Entonces, ¿cómo se empezó a desarrollar el proyecto?

Las intenciones de las investigadoras siempre fueron muy claras: querían escuchar a las víctimas, o a los sobrevivientes como después les llamaron; buscaban construir relaciones de confianza y que a través de sus procesos de memoria al recordar lo que vivieron, pudieran sanar las heridas realizando actividades que los caracterizan como comunidad. Decidieron vivir con distintas organizaciones de Caldas, Caquetá, Chocó y Sucre los procesos de recuperación emocional que han llevado durante años.

Lugo Agudelo estuvo liderando la toma de decisiones durante el avance del proyecto en cuanto a lo académico, lo metodológico, lo teórico, y el paso a paso de cómo actuar correctamente en el trabajo de campo, pues su experiencia le permite hoy en día tener un mejor control en investigaciones con víctimas.

Durante el trabajo de campo, las investigadoras pudieron participar de todas esas actividades que las comunidades realizan para recuperarse: cocinar algo típico de la región entre comadres, tejer mientras narran sus historias, participar de los ritos espirituales, sembrar árboles con la intención de sanar, aprovechar las oportunidades productivas como las tamboreras en Caquetá, y todo esto con el fin de entender y confirmar que los procesos de acción psicosocial deben partir desde las actividades de las comunidades, escuchándolos y creando en conjunto nuevas herramientas para sanar el dolor.

Los 18 meses de investigación en la que aplicaron la metodología de diálogo público y de manera participativa, les permitió a las investigadoras concluir que la acción psicosocial debe de darse a partir de las actividades que realizan las mismas organizaciones, en comunidad, y ya luego los profesionales deben gestionar y brindar las ayudas pertinentes. No imponer desde el escritorio un modelo sin conocer las realidades comunitarias.



“La recuperación emocional es una lucha, pues las víctimas no se recuperan solas, lo hacen en colectivo”: Nelvia Victoria Lugo.

Nelvia Victoria Lugo Agudelo. Una cosa es planear y otra desarrollar, ¿qué se empieza a encontrar en el desarrollo del proyecto?

“Siempre voy a decir que es más lo que ellos tienen por enseñarnos que nosotros a ellos. Encontramos organizaciones de víctimas con un nivel de desarrollo muy grande y que han tenido un papel protagónico en los procesos de recuperación emocional… Fuimos comprobando también que el conflicto trae consecuencias muy crueles que se desprenden desde los hechos victimizantes, hasta el proceso de discriminación que afrontan por ser víctimas. Pero a pesar de esto, desarrollan una cantidad enorme de habilidades que les permiten seguir adelante.

Empezamos a escuchar las quejas de los sobrevivientes sobre el Programa de Atención Psicosocial y Salud Integral a Víctimas (PAPSIVI): eso no les ha funcionado, dicen. También vimos algo muy bonito y es la manera como las organizaciones se unen y crean estrategias para recuperarse en conjunto de ese dolor que se vuelve comunitario, lo que llamamos la comunalización del dolor”.

Nelvia Victoria Lugo Agudelo. ¿Cómo concluye el proyecto y esa resignificación de los conceptos de lo “psicosocial” y la “recuperación emocional”?

“Concluimos que hay una necesidad de escucha gigantesca, que las víctimas quieren hablar y ser escuchadas, y de ahí surge una frase muy significativa para el proyecto y es ‘el silencio no sana’. Entendimos que la recuperación emocional es una lucha, pues las víctimas no se recuperan solas, lo hacen en colectivo y le exigen al Estado que las escuche (…) Y aún más, necesitan ser reconocidas, y visibilizar lo que sucedió. Por esto, también concluimos que lo psicosocial no solo es la acción de un psicólogo y un profesional del área social, sino que parte de crear vínculos de confianza que permitan el diálogo, la narración de historias y la creación de alternativas de solución con las comunidades”.

Victoria Lugo y Nathalia Aguirre resaltan del proyecto:

  • Las víctimas valoran los procesos psicoeducativos en los que pueden potencializar sus habilidades y servir de recuperación emocional

  • Demostramos que este era un proyecto diferente por su carácter participativo. Al final retornamos y les entregamos los productos realizados. Lo cual los llenó de mucha alegría

  • Constatamos la potencia de los procesos de memoria para la recuperación emocional

  • Entendimos que los ritmos son lentos y los tiempos largos. Estas acciones requieren dedicación y paciencia porque no es fácil

  • No creemos en medicalizar estos procesos, quizás en algunos casos sea necesario, pero no debe de ser la finalidad

  • Logramos visibilizar 21 organizaciones de víctimas, al mostrar en una cartilla su historia, cómo se organizaron y cuál es su lucha

  • Realizamos un reconocimiento muy valioso a las víctimas y les pudieron entender la fuerza que tienen

Título de la investigación: Propuesta de acción psicosocial comunitaria, desde la perspectiva de la memoria de las víctimas

Investigadora principal: Nathalia Aguirre Álvarez

Coinvestigadoras: Nelvia Victoria Lugo Agudelo y Paula Vanessa Sánchez Agudelo

Grupo de investigación Psicología Clínica y Procesos de Salud, grupo de investigación CEDAT y grupo de investigación Estudios de Fenómenos Psicosociales

Financiación: Ministerio de Ciencia

Período de la investigación: 18 meses

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